Por Marcia Cortese, Violeta Osorio, Rosana Mazur Con reiterada frecuencia y de manera muy conveniente se realizan mediáticos ataques al parto planificado en domicilio, posturas plagadas de prejuicios, datos sesgados, casuística convenientemente usada y miedo, ante todo, miedo a perder la hegemonía… Podríamos incluso afirmar que se trata de las famosas “patadas de ahogado” de un sistema de atención intervencionista en vías de extinción. Sobre esto ya hemos escrito en otras oportunidades ( aquí y acá ). Sin embargo, tal vez como consecuencia de este fenómeno venimos observando otro más que interesante, y es la insistente y reiterada frase con la que empiezan la gran mayoría de las defensas frente a este ataque... “La gran frase” “Yo NO defiendo el parto en casa” y enseguida continúan con “ pero respeto la libre elección de las mujeres ”, con este casi esquizofrénico enunciado suelen sentar su posición aquellxs que defienden derechos sexuales y reproductivos, el parto...