Recabar información,
cuestionar las costumbres y supuestos de la atención obstétrica, decidir con
información y de manera libre y autónoma aquello que elegimos para el
nacimiento de nuestrxs hijxs, es parte importante de asumirnos las
protagonistas de nuestros partos. Es nuestro derecho y nuestra responsabilidad.
Ley 26.529 y Ley 25.929.
El 8M y sus preparativos hicieron temblar la tierra. En el centro de la discusión sigue estando la lucha por la soberanía de nuestros cuerpos y nuestra salud sexual y reproductiva. El patriarcado nos dice a las mujeres que debemos ser madres como mandato de género y además nos impone como gestar, parir y criar...partos violentos donde somos maltratadas, vulneradas e invadidas con rutinas crueles e innecesarias, tanto nosotras como nuestrxs hijxs. Cualquier intento por salir de la norma social impuesta implica una respuesta virulenta y agresiva por parte de los actores dominantes del campo médico. Es momento de asumir que estar en contra del Parto Planificado en Domicilio es un posicionamiento ideológico y político que vulnera derechos y no está exento de interés personales, económicos y profesionales. Posicionamiento que se avala con un uso discrecional de la evidencia científica. El Parto Planificado en Domicilio es un modelo de atención que ha demostrado ser seguro y viable, pero
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