
El 8M
mientras millones de mujeres de todo el mundo parábamos y marchábamos exigiendo
una vida libre de violencia machista y de misoginia, la empresa editorial GRUPO
OCÉANO MEDICINA, como parte de una estrategia publicitaria dió “como regalo” la
posibilidad de descargar gratis un breve extracto del curso “Parto respetado y
emergencias en sala de partos de OCÉANO MEDICINA”, titulado “Control en los
períodos dilatante y expulsivo para un parto respetado”.
Lo menos que
podemos decir es que este hecho se ubica en el límite de la perversión no solo
porque hay una total ausencia de control o regulación sobre los contenidos
académicos por parte del estado sino también porque los organismos que agrupan
a la comunidad científica, médica y académica argentina avalan esta situación
Para
situarnos en contexto digamos que GRUPO OCÉANO MEDICINA es una empresa
editorial multinacional que imparte “cursos” sobre medicina online como
parte de su negocio sin que en absolutamente ningún lugar de sus escritos
(página web) figure ni el staff científico ni la evidencia que avala sus
palabras y mucho menos los nombres de los responsables de la misma. Con qué
facilidad un tema tan profundo de derechos humanos se transforma en mercancía.
Tengamos en
cuenta además que la formación de lxs profesionales de la medicina es uno de
los ejes claves a la hora de erradicar el modelo dominante de atención
perinatal intervencionista y ejecutor de violencia obstétrica. La formación que
ellxs reciban, la práctica obstétrica que asuman como correcta e idónea y sobre
todo las creencias y paradigmas que interioricen serán determinantes a la hora
de ejercer una atención garante de derechos o por el contrario transformarse en
agentes de la violencia más invisible y naturalizada sobre las mujeres y lxs
niñxs.
Dentro de
esta realidad, ¿qué es lo que propone OCÉANO MEDICINA? En un texto breve, ponen
de manifiesto impunemente su más aberrante ideología del poder. En el mismo,
cada indicación es exactamente contraria a la evidencia científica actualizada
y a las recomendaciones de los organismos internacionales competentes (OMS;
ICM; Nice, etc.).Ya ni hablemos de la inexistente perspectiva de género y
derechos. No solo se trata de un texto que atrasa en materia científica en más
de 30 años, lo que ya es un hecho gravísimo, sino que desconoce a la mujer en
su calidad de sujeta de derechos y protagonista del proceso, base fundamental
de aquello que se asume como “Parto Respetado”
Mientras se
siga enseñando sobre úteros y fetos producto de las gestación, mientras se
mantenga la invisibilización de la persona gestante como ser humana completa,
íntegra y autónoma en su carácter de sujeta de derechos, no existe respeto
posible sobre el que podamos hablar. Además se trata de formaciones que
desconocen las leyes vigentes y los derechos que amparan a las mujeres, niñxs y
familias. Una vez más, del uso y abuso del poder sobre las mujeres y niñxs
naciendo, transformándolos en objetos de su supuesto saber. Esto es
literalmente peligroso; atenta contra la integridad, salud y bienestar de lxs
mismxs y la población en su conjunto.
De hecho, no
es la primera vez que debemos poner en público conocimiento la falta absoluta
de respeto que, desde esta empresa editorial, sostienen en sus cursos y
escritos, ya que si figuran los autores del curso en cuestión, iniciado en
setiembre del 2017: Dres. Raúl Winograd, Roberto Casale y Antonio Mónaco. Todos
ellos cuestionados oportunamente por su falta de ética y respeto a cuestiones
de derechos y de género.
(Para ampliar información ver: http://fortaleza85.blogspot.com.ar/2017/09/la-obstetricia-hegemonica-y-el-oceano_8.html
Solo algunos ejemplos dentro del texto original::
1- “El
control durante los períodos dilatante y expulsivo tiene como objetivo esencial
la observación permanente de la parturienta, respetando la evolución
espontánea, pero atentos a diagnosticar precozmente las desviaciones de los
límites fisiológicos para actuar en consecuencia. Inicialmente se practicará un
examen clínico general…” La mujer en trabajo de parto es una persona,
no un objeto de observación y ante la necesidad de realizar cualquier práctica
sobre ella, la misma debe ser autorizada previa información completa y
adecuada, no se realiza sobre una cosa.
2- “Los
tactos vaginales deberán ser: Los menos posibles. Con previo lavado y
antisepsia de los genitales.” “Resguardando el pudor de la paciente...” No
solo es totalmente innecesario e improcedente sino que de ninguna manera
respeta el resguardo mínimo de la mujer en TP, donde, sin nombrarlo ya es la
está etiquetando de sucia por ende peligrosa para su propia salud. Lo peligroso
en un tacto son las bacterias y gérmenes ajenos a las flora de la mujer que lxs
profesionales ingresan en ella. Una vez más, y ante todo los tactos, como
cualquier intervención debe ser autorizada por la mujer y debidamente
informada. Y un dato no menor: recordar que la mujer embarazada es por
definición SANA, NO es una paciente (OMS) y su pudor es solo una parte del
respeto a su integridad, intimidad y autonomía como persona. Dónde está el respeto
entonces?.
3- “A
continuación se interrogará sobre el horario de comienzo…” “Luego, se
procederá a la palpación del abdomen para establecer
la ubicación fetal mediante las maniobras de Leopold y el,,,” ¿Interrogar?,
¿es realmente ese el matiz que proponen darle al vínculo profesional /mujer ?
La elección de las palabras nunca es azarosa ni inocente, pudiendo elegir
verbos como preguntar, consultar o indagar, eligen una palabra que rápidamente
nos remite a un interrogatorio con la mujer en trabajo de parto como principal
sospechosa. Y volvemos a insistir: sin antes informar debidamente a la mujer y
obtener su autorización no procederán a nada. Antes, y siempre, se le
consultará sobre las distintas maniobras que quieren realizar.
4- “...y el
rasurado se restringirá al área que rodea la horquilla vulvar por si se
requiere hacer una episiotomía.” Lamentamos informarle a quienes
escribieron este texto que el rasurado genital atenta contra todos los
parámetros de bienestar psico-físico de la mujer, es una práctica desaconsejada
y abandonada hace años y no solo tiene que ver con la comodidad de acción del
efector de “salud” sino es considerar social y culturalmente sucia y fallada la
anatomía femenina.
5- "El tacto vaginal permitirá reconocer las siguientes características: Amplitud y elasticidad del periné, la vulva y la vagina." Ante todo recordemos que vulva hace referencia al conjunto de los genitales femeninos ¿para qué y cómo determinarían la elasticidad y amplitud del clítoris y los labios vaginales, por ejemplo? Por otro lado, para determinar la elasticidad del periné se requiere realizar una maniobra dolorosa, invasiva y completamente innecesaria, ya que el periné irá cediendo conforme la dinámica del expulsivo lo requiera.¡Cuánto manoseo invasivo e innecesario!
6- “Se
solicitará a la paciente que orine, y de no hacerlo en cantidad suficiente,
comprobable por la formación de un globo vesical, se procederá al
cateterismo...” Esta indicación deja en evidencia todo el sistema de
pensamiento en el cuál se basan para asistir nacimientos y proponer la
formación de nuevxs profesionales, suena casi a una amenaza. Es labor del
equipo médico conducir y controlar todo el proceso indicando a la mujer qué,
cómo y cuándo hacerlo porque ella por si misma es incapaz? Y si ella no cumple
a cabalidad con las demandas del equipo se procederá a intervenirla aunque no
exista evidencia científica que apoye tal indicación, pero así será aleccionada.
En todo caso el párrafo debería decir: si se observa que una mujer
en franco TP está reteniendo su orina, se le consultará sobre su necesidad de
orinar a fin de liberar tensiones que pueden reducir la efectividad del mismo
explicándole su conveniencia.
7- “...
además de proporcionar mayor satisfacción de las pacientes por el menor tiempo
de estadía en la unidad.” Otra vez: mujeres sanas en labor de parto, NO
pacientes y, creer que las mujeres estarán más “satisfechas” por
permanecer poco tiempo dentro de la institución ya habla per se de que algo mal
están haciendo los efectores de salud en su conjunto. De ahí en más cualquier
evaluación a los protocolos y prácticas asistenciales que ejercen deberán por
lo menos asumir el rol protagónico indiscutible de las mujeres que asisten
sobre su cuerpo y sus procesos.
Estos son
solo los ejemplos más burdos, pero el texto en general es inservible para una
formación que se supone se centra en el “Parto Respetado”, por el contrario
naturaliza y legitima el modelo de atención intervencionista y ejecutor de
violencia obstétrica. El texto desconoce plenamente a la mujer como una sujeta
de derechos y protagonista de su parto ubicándola en el lugar de
paciente-pasiva, cosificándola. Y ni siquiera responde a la evidencia
científica. Es interesante por ejemplo como nunca se manifiesta que ante todo,
el equipo obstétrico deberá no intervenir ni interferir el proceso a no ser
estrictamente necesario y siempre bajo autorización de la mujer en total
autonomía y con información completa y verdadera. Y por supuesto no contempla
de ninguna manera el bienestar integral de la mujer y la importancia de que sus
necesidades, expectativas y deseos sean
escuchados y
valorados adecuadamente.
Los médicos Raúl Winograd, Roberto Casale y Antonio
Mónaco, en complicidad con Océano Medicina insisten en dedicarse a difundir
miedo, desinformar y hacer (de) formaciones que son una farsa, donde,
aparentemente no hay marco jurídico que lo impida. Y teniendo, además en cuenta
que estas formaciones atentan contra el pleno ejercicio de las leyes vigentes y
son totalmente ajenas a los parámetros de conductas éticas y de preservación de
la salud, sería recomendable que estos conceptos estuvieran expresados
claramente hacia lxs profesionales que realizan esta formación, advirtiéndolos
al respecto (y no venderles gato por liebre). Más perverso es aún, si tenemos
en cuenta que estos profesionales siguen ejerciendo la obstetricia y ostentan
cargos jerárquicos dentro de las instituciones en las que ejercen. Así que
señores, manténganse alejados de nuestros derechos, los de nuestros hijxs y de
nuestra salud y bienestar.
Te invitamos
a manifestar tu preocupación y repudio ante esta naturalización de la violencia
obstétrica enviando un mail a oceanomedicina@oceano.com.ar, fasgo@fasgo.org.ar, sogiba@sogiba.org.ar
Para ello
proponemos enviar el texto del curso con correcciones, aportes y reflexiones
que hicimos.
Soy……
identificada con DNI ….. y me dirijo a ustedes para manifestar mi total repudio
al material descargable titulado “Control en los períodos dilatante y
expulsivo para un parto respetado”. El cual no contempla de forma alguna el
paradigma del “Parto Respetado” y las leyes vigentes y además presenta
información no avalada por la evidencia científica.
Un poco de
docencia, que tanto les gusta y tanto les falta
(en cursiva
y negrita nuestros aportes sobre el texto original)
El control acompañamiento profesional durante
los períodos dilatante y expulsivo tiene como objetivo esencial la observación
permanente de la parturienta mujer en TP, respetando
la evolución espontánea del TP, procurando NO interferir, pero
atentos a diagnosticar precozmente las posibles desviaciones de
los límites fisiológicos para actuar en consecuencia, siempre brindando
la información adecuada y oportuna y solo en el caso que la mujer autorice
dicha intervención en completa autonomía. Inicialmente se
practicará se solicitará autorización para realizar un examen
clínico general y se registrarán los signos vitales, en particular: Temperatura
corporal. Presión arterial. Características del pulso radial. A continuación se interrogará le consultará
sobre el horario de comienzo y la progresión de las contracciones uterinas y si
hubo pérdidas sanguíneas o de líquidos por la posible rotura de
las membranas ovulares. Luego, se procederá a
solamente si es estrictamente necesario, se le consultará sobre las
distintas maniobras que quieren realizar, como por ejemplo la palpación
del abdomen para establecer la ubicación fetal mediante las maniobras de
Leopold y el tono uterino, así como la frecuencia, la duración y la intensidad
de las contracciones, o la auscultación con el estetoscopio de
Pinard o mediante efecto Doppler informará sobre la presencia y el foco máximo
de los latidos fetales, su frecuencia basal entre contracciones y durante e
inmediatamente después de estas. El tacto vaginal permitirá reconocer las
siguientes características: Amplitud y elasticidad del periné, la vulva y la
vagina.Ante todo recordemos que vulva hace referencia al conjunto de los
genitales femeninos ¿para qué y cómo determinarían la elasticidad y amplitud
del clítoris y los labios vaginales, por ejemplo? Por otro lado, para
determinar la elasticidad del periné se requiere realizar una maniobra
dolorosa, invasiva y completamente innecesaria, ya que el periné irá cediendo
conforme la dinámica del expulsivo lo requiera. Posición,
grado de consistencia, borramiento y dilatación del cuello uterino. Grado
de desplegamiento del segmento inferior.
Integridad o no de la bolsa de las aguas. Tipo de presentación y
lo referente a actitud, posición, variedad y descenso en relación con los
planos de Hodge. Reconocimiento de la pelvis ósea, en particular del
ángulo subpubiano y la medida del diámetro promontopubiano mínimo. Lo que
no indica bajo ningún aspecto es la progresión del TP, solo es representativo
del momento en el que se realiza. Presencia de meconio o sangre en el
guante al retirarlo. Los tactos vaginales deberán ser: Los menos
posibles. Con previo lavado y antisepsia de los genitales. No solo
es totalmente innecesario e improcedente sino que de ninguna manera respeta el
resguardo mínimo de la mujer en TP, donde, sin nombrarlo ya es la está
etiquetando de sucia por ende peligrosa para su propia salud. Con
lavado de manos del operador y utilización de guantes y lubricantes
esterilizados. Resguardando el pudor de la paciente A ver, hace 33 años
que se habla de la mujer gestante como sana (OMS), con lo cual no es una
paciente; y su pudor es solo una parte del respeto a su integridad, intimidad y
autonomía como persona, dónde está el respeto entonces?. Hoy en día se
ha abandonado la práctica sistemática de un enema evacuante, y el rasurado se
restringirá al área que rodea la horquilla vulvar por si se requiere hacer una
episiotomía. Lamentamos informarle a quienes escribieron este texto que
el rasurado genital atenta contra todos los parámetros de bienestar
psico-físico de la mujer, es una práctica desaconsejada y abandonada hace años
y no solo tiene que ver con la comodidad de acción del efector de “salud” sino
es considerar social y culturalmente sucia y fallada la anatomía femenina.
Se solicitará a la paciente que orine, y de no hacerlo en cantidad suficiente,
comprobable por la formación de un globo vesical, se procederá al cateterismo,
con las mismas precauciones que para el tacto vaginal. Todo este párrafo
es exactamente al revés: si se observa que una mujer en franco TP está
reteniendo su orina, se le consultará sobre su necesidad de orinar a fin de
liberar tensiones que pueden reducir la efectividad del mismo explicándole su
conveniencia. Estudios observacionales y aleatorizados controlados han
demostrado que las admisiones en el centro obstétrico durante la fase latente
del período dilatante se asociaban a un mayor uso de ocitocina, diagnósticos de
falta de progresión y mayor porcentaje de cesáreas. En realidad ingresar
a una mujer en TP latente solo habla de la intención de intervención y
medicalización de su proceso, que obviamente modificará sustancialmente la sana
fisiología del mismo. La llamada “catarata de intervenciones”, con sus
consecuencias dañinas en cuanto a salud y bienestar de la díada madre/hijx se
refiere. También se ocupará un sitio (cama, sala de parto, etc.) en la
institución innecesáriamente generando la necesidad de mayores recursos humanos
y de insumos, llegando a colapsar la capacidad de atención digna y adecuada y
esto conlleva indefectiblemente a violentar y vulnerar derechos básicos de
salud perinatal y la mercantilización creciente de la medicina. También
demostraron que los ingresos durante la fase activa requerían menos
estimulación con ocitocina y analgesia epidural “El índice de inducciones
NO debe superar el 10% del total de los nacimientos (OMS)” Solo cuando está
comprobado que el estado de salud de la díada madre hijo así lo indica, se
inducirá el parto, entendiendo que es mayor el beneficio que el riesgo de esta
intervención. No es motivo de la misma la previsión de tiempo (semanas de
gestación ni agenda ni progresión lenta del tp, etc.) en cuanto los parámetros
de salud son favorables. Con respecto a la anestesia epidural, la misma NO es
inocua para el estado de salud de la mujer y el/la bebé, ralentiza el progreso
del tp con los riesgos que esto implica, y tampoco es la única herramienta de
analgesia “externa” a proporcionar. Estos datos sobre riesgos-beneficios de las
intervenciones deben ser evaluados e informados a la mujer gestante para que
pueda decidir cabalmente sobre su utilización, además de proporcionar
mayor satisfacción de las pacientes por el menor tiempo de estadía en la
unidad. Otra vez: mujeres sanas en labor de parto, NO pacientes y
creer que las mujeres estarán mas “satisfechas” por permanecer poco tiempo
dentro de la institución ya habla per se de que algo mal están haciendo los
efectores de salud en su conjunto. De ahí en más cualquier evaluación a los
protocolos y prácticas asistenciales que ejercen deberán por lo menos asumir el
rol protagónico indiscutible sobre su cuerpo y sus procesos de las mujeres que
asisten. Los conceptos tradicionales sobre el límite entre las fases
latente y activa (4 cm) han sido revisados recientemente con sólidos
fundamentos y establecen una dilatación de 5-6 cm como el comienzo de la
segunda (fase activa del tp) en la mayoría de las mujeres. Este es el
ÚNICO parámetro científicamente avalado por los organismos internacionales
correspondientes. De tal manera, es razonable un criterio expectante si
no existe compromiso de la salud de la madre y el feto. El precepto “no
dañar” es superior, por lo cual, el criterio expectante siempre primará por
sobre cualquier intervención, previamente consultada y avalada por la mujer
gestante, más allá del posible “compromiso” de su salud y el de su hijx. (Extracto
del curso Parto respetado y emergencias en sala de partos de OCÉANO MEDICINA.)
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