El 8M y sus preparativos hicieron temblar la tierra. En el centro de la discusión sigue estando la lucha por la soberanía de nuestros cuerpos y nuestra salud sexual y reproductiva. El patriarcado nos dice a las mujeres que debemos ser madres como mandato de género y además nos impone como gestar, parir y criar...partos violentos donde somos maltratadas, vulneradas e invadidas con rutinas crueles e innecesarias, tanto nosotras como nuestrxs hijxs. Cualquier intento por salir de la norma social impuesta implica una respuesta virulenta y agresiva por parte de los actores dominantes del campo médico.
Es momento de asumir que estar en contra del Parto Planificado en Domicilio es un posicionamiento ideológico y político que vulnera derechos y no está exento de interés personales, económicos y profesionales. Posicionamiento que se avala con un uso discrecional de la evidencia científica. El Parto Planificado en Domicilio es un modelo de atención que ha demostrado ser seguro y viable, pero ante todo hace parte del legítimo derecho de las mujeres a elegir cómo, dónde y con quién parir. Y en ese sentido la única opción posible para el Estado y el campo médico es la de generar las condiciones para garantizar el acceso a derechos.
El informe está también disponible en: https://drive.google.com/file/d/1WqYEcCeP9yufqBinaBbkvOQOzD2AFMYt/viewhttps://drive.google.com/file/d/1WqYEcCeP9yufqBinaBbkvOQOzD2AFMYt/view
Para ampliar información: http://cosecharoja.org/no-te-quieren-dejar-parir/
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